lunes, 17 de julio de 2017

Reflexiones sobre la Feria´17


Muy buenas tardes, amigos, en este lunes 17 de julio de 2017.

Una vez transcurridos  esos días fantásticos de la Feria del Libro de Alicante 2017, del 29 de junio al 9 de julio, y con el Duendecillo de la Feria, cronista extraoficial del evento, ya en el País de los Sueños, paso a hacer unas reflexiones sobre lo acontecido.

No voy a referirme específicamente a los detalles de esta feria, a sus características y elementos constituyentes.

Mis reflexiones irán esencialmente al concepto "feria del libro" y al de "cultura alicantina".

Aunque naturalmente, siempre estará presente nuestra feria.

La feria del libro  es en todo momento una actividad cultural de primer orden, por sus caracteres, su idiosincrasia y su contenido.

Y por el mensaje que se transmite. En Alicante, la feria del libro es sin duda el principal evento cultural, por encima de todos.

Es nuestra ciudad, alegre, mediterránea, amante de las fiestas y tradiciones. Sus playas, el turismo, el clima mediterráneo, el carácter abierto de sus gentes, todo ello, hace proclive a la ciudad al ocio y al esparcimiento. Muy meritorio en estos tiempos de crisis y tan problemáticos.

Mas Alicante es una ciudad asimismo, preocupada, laboriosa y que busca salir adelante.

Pero Alicante no es solo fiestas. No es solo eso.

Alicante deber ser cultura. El potencial es máximo. Acaso no esté "trabajado" lo suficiente.

Cuenta, de un lado, con eventos importantes de cultura y "ocio popular". Fiestas de moros y cristianos, carnavales, fogueres, cabalgata de Reyes, semana santa (recogimiento religioso), ofrenda de flores a la Patrona (religiosidad), la magna romería de la Lágrima, despedida de San Nicolás "hacia Holanda", desembarco marinero en la Virgen del Carmen...

Y así podríamos seguir.

Tiene importantes museos, destacados monumentos, iglesias de alto valor artístico y arquitectónico, archivos, biblioteca del Estado y municipales...

Salas de arte,  centros de cultura (Imaginalia, antigua Estación de Autobuses, ADDA), teatros...

La Volvo, las carreras de running, muchas pruebas deportivas, instalaciones "suficientes", el Festival del Cine...

La investigación en la Universidad y en el Gil Albert.

Y librerías, y librerías... unas se fueron, pero otras vinieron.

Todo ello, es un rico potencial.

En los años de la segunda mitad del siglo pasado, muchas librerías "egregias": Marimón, Set i Mig, Internacional, Martín, Manantial, Laos,... ya desaparecidas.

Pero en la actualidad, un rico venero de librerías está en activo: Cilsa, Raíces, Dante, 80 Mundos, El Corte Inglés, Casa del Libro, fnac, Giner...

Este año, la feria ha celebrado su cuarenta y  siete edición, desde aquella "heroica" del año 70, siendo alcalde don José Abad.

El libro no desaparecerá, o al menos nosotros no lo veremos. Está resurgiendo el libro de papel, el "tradicional", que no es incompatible con la tecnología.

Y cientos de escritores alicantinos están publicando obras, muchas de ellas de poesía.

En la feria última unos ciento cincuenta escritores firmaron obras. Y de la tierra.

De Alicante y provincia, es decir, de la U. T. A.

Pero al alicantino hay que irle convenciendo, y aparte de las fiestas, ese leer libros es signo de convivencia, valores humanos, humanización de las personas, sentido de equilibrio y de mesura.

Urgen campañas de concienciación de la lectura, para que vayan calando entre la ciudadanía los valores del libro. Campañas continuadas, con puestos de animación en la ciudad. Coordinadas por el Ayuntamiento y la Diputación.

Sería el gran fondo adecuado para que la feria no se vea como algo "raro" en la ciudad, sino como una parte natural de nuestro ser.

Alicante, Ciudad de Cultura ¿Por qué no?

Sirvan estas reflexiones de avanzadilla en nuestras propuestas.

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